En la senda de la vida, cada estrella que brilla en el cielo es un recordatorio de que nuestro camino está iluminado por la eterna luz del amor y la esperanza, guiándonos con humildad y serenidad hacia horizontes de paz y renovación. Recordemos a Jaime Figueroa Tocornal con gratitud en el alma, honrando su legado de bondad y sabiduría, sabiendo que su espíritu perdura en cada acto de generosidad y en cada sonrisa compartida. Sigamos adelante con la certeza de que en el jardín de la vida, las semillas de la esperanza florecen siempre con amor infinito.
Publicado el
30 de abril de 2019