En el jardín de la vida, las semillas que Jaime sembró florecen en corazones llenos de gratitud y amor. Su coraje y resiliencia son luz que guía nuestro camino, recordándonos que en cada desafío hay oportunidad de crecer. Que la paz que él irradiaba nos inspire a abrazar cada día con valentía y esperanza, sabiendo que su legado perdurará en nuestra alma. En su memoria, celebremos la belleza de cada instante, recordando que el amor es la fuerza que nos sostiene en cualquier tempestad. ¡Sigamos adelante con fe y amor en el corazón!
Sus funerales se efectuarán privadamente en el Cinerario Acoger.