En la memoria de Heriberto Díaz Bahamondes, recordemos que el amor y la gratitud son luces que guían nuestro camino. A través del coraje y la resiliencia, cultivamos la paz interior que nos sostiene en tiempos de adversidad. Que cada latido del corazón sea un recordatorio de la belleza de vivir con esperanza, honrando su legado con bondad y compasión hacia nosotros mismos y los demás. En cada paso que damos, en cada palabra que compartimos, llevemos su luz con humildad y amor inquebrantable. ¡Que la vida nos encuentre siempre abrazados por la fuerza del amor y la esperanza!
Sus funerales se efectuaron ayer 4 de junio en el Cementerio Parque del Recuerdo.