Que la luz del amor que Daniel Segundo Montenegro Chapa irradiaba con su coraje y resiliencia guíe nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con gratitud y esperanza. En su memoria, abracemos cada día con valentía, sabiendo que la paz interior es una fortaleza inquebrantable que nos sostiene en los momentos más oscuros. Permitámonos sentir todas las emociones, honrando su legado de amor incondicional y generosidad. Que su espíritu siga inspirándonos a ser compasivos y a encontrar belleza en la vida, recordándonos que el amor perdura más allá de la despedida.
Sus funerales se realizaron ayer miércoles 3 de junio en el Cementerio Parque El Prado de La Florida.