En el jardín de los recuerdos florecen las semillas del amor eterno, donde cada pétalo es un abrazo del alma susurrando que la luz de Jaime brilla en cada amanecer. Que su esencia sea el faro que guíe nuestros pasos con humildad y serenidad, recordándonos que en cada sonrisa compartida vive la eternidad del espíritu. Que su legado de bondad sea el canto de esperanza que nos impulse a abrazar la vida con gratitud infinita, sabiendo que su luz nunca se apaga, sino que brilla en cada latido de nuestro corazón.
Familia Cummins Bañados